Necesito saberlo. ¿Lo alcanzaste cuando concebimos al primero...? ¿Y al segundo? ¿Y a la niña?
No me los proporcionaste.
Por dios, ¿alguna vez te has corrido?
Te odio.
Te compadezco...
No me los proporcionaste.
Eso es, llora. ¿Qué puede haber más triste que dar vida a tus hijos sin que medie un orgasmo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario